Conservar bien los alimentos y ahorra dinero con la organización correcta del frigorífico
Es fundamental mantener el frigorífico bien organizado y a la temperatura óptima, para que cada tipo de alimento pueda recibir el aire frío necesario y ser almacenado eficazmente. Ahorre energía mientras protege su salud.
El frigorífico es una herramienta auxiliar imprescindible en nuestro trabajo diario, pero si no le prestas la debida atención, acabará por dañar de tres formas distintas:
- Olvidar la temperatura óptima significa pagar más electricidad de la que realmente se necesita.
- El refrigerador puede ser una fuente de infección, si echas a perder alimentos sin utilizar por no haber puesto en práctica algunas recomendaciones simples.
- Cualquier cosa que desperdicie energía es una bofetada para el ecosistema.
Controla la temperatura del frigorífico
Uno de los principios básicos de la conservación de alimentos es mantener la temperatura adecuada. Debe estar entre 3 y 5 grados. De esta forma, la comida se degenera más lentamente.
Recuerde, los refrigeradores representan el 30,6% del costo de electricidad de todos los electrodomésticos.
También es importante recordar que, en comparación con los refrigeradores con etiquetas de menor eficiencia energética, los refrigeradores A +++ son los más eficientes y pueden ahorrar hasta un 80% del consumo de energía.
Cómo distribuir la comida
En cuanto llega la compra, la organización del frigorífico debe realizarse de forma inmediata, siguiendo una lógica bien establecida que se utiliza en los supermercados: la primera línea caduca primero y usted acaba de comprar en segundo plano.
Es importante que la comida no toque la pared del frigorífico, y recuerda que cada comida tiene su lugar:
- Esta es la parte menos fría, por lo que es un lugar ideal para alimentos como huevos, salsa, mantequilla o mermelada, y bebidas como agua, leche, zumo y vino.
- La parte superior. En esta parte se colocarán latas abiertas que no requieran baja temperatura, como tomates fritos, nata, etc. Además, también es un lugar ideal para aquellos productos listos para consumir, como pasta fresca, masa refrigerada o embutidos (siempre que esté envasado, se recomienda guardarlo en un recipiente hermético, en un armario de carne o balda inferior). También puede colocar aquí medias conservas (tartas, ahumados, etc.).
- Zona central. Los productos lácteos como la leche, el queso o el yogur deben colocarse aquí. Productos desembalados o sobrantes de otros días (siempre en envases sellados y de vidrio). Recuerde, si coloca alimentos cocidos, debe esperar a que se enfríe (si libera calor, reducirá la eficiencia del refrigerador).
- Parte baja. Los más perecederos como la carne y el pescado deben colocarse aquí porque es la parte más fría del refrigerador.. Algunos tienen espacios especiales con puertas, por lo que si se abre y se cierra el frigorífico, estarán protegidos. Nuestra recomendación es almacenar estos alimentos en bolsas herméticas o frascos de vidrio para evitar que el líquido gotee y fluya por el refrigerador, y para evitar que el plástico cambie el sabor de la comida.
- Cajón. Almacene verduras y frutas que requieran refrigeración. Un truco sencillo de llevar a cabo, es intentar almacenarlos por separado, porque las verduras producen algo de gas.
Recomendaciones para conservar los embutidos en el hogar
Para mantener el embutido intacto durante el mayor tiempo posible después de la compra, es importante seguir los procedimientos adecuados. Sería una pena que la calidad y el sabor del producto se vieran afectados por un manejo inadecuado en casa.
Tanto los productos cocidos como los encurtidos necesitan un resguardo acondicionado, que en muchos casos obliga a guardarlos en un lugar fresco de nuestra casa o en la nevera.
Embutidos curados:
Así como el jamón serrano, lo mejor es mantenerlos en un lugar fresco (entre 15 y 20 grados centígrados) y secos, que no se vean afectados por cambios bruscos de temperatura, y bien ventilados, si es posible mantenerlos oscuro. Debe evitar la luz solar directa sobre las piezas.
En el caso especial del jamón serrano, para conservarlo desde el principio, lo ideal es colocar los fragmentos de costra sobre el corte que queramos quitarle. Luego cúbrelo con un paño de algodón fino. Esta es la mejor manera de mantener su frescura y todos los sabores.
Productos cocidos:
Para productos cocidos como jamón o paleta de cerdo, por su humedad, pueden permanecer menos tiempo en la vivienda. Lo ideal es colocar el producto cocido en un refrigerador a no menos de 7 grados en un recipiente sellado. Si no planea usarlo inmediatamente después de la compra, también puede optar por el envasado al vacío.
Si compramos embutidos en lonchas, la mejor forma de mantener la calidad durante más tiempo es poner cada parte encima de la otra, envolverla en un film transparente y guardarla en la nevera. Lo ideal es colocar los embutidos en los estantes central y superior donde la temperatura varía entre 4 y 8 grados centígrados.
Como ves, guardar embutidos en casa requiere ciertos conceptos, pero no es un proceso complicado.